Algo más que velocidad

08.10.2013 14:22

Después del rotundo éxito del carné por puntos en bajar el número de accidentes y muertos en las carreteras, la Dirección General de Tráfico acaba de dar dos pasos en sentidos divergentes. Nada que oponer al endurecimiento de las sanciones a quienes conduzcan bajo los efectos de drogas o alcohol; ni tampoco a la pretensión de sancionar a los peatones infractores. La cuestión de subir (en el nuevo Reglamento General de Circulación) la velocidad máxima hasta los 130 kilómetros por hora en las vías adecuadas y en las condiciones idóneas merece otro tipo de consideraciones.

La primera y obvia es que una elevación de solo 10 kilómetros por hora no justifica las alharacas ni la presunción de que cambia o mejora la política de tráfico ni justifica la acusación de permisividad. No satisfará probablemente a los partidarios de aumentar la velocidad máxima ni contentará a quienes identifican seguridad con velocidades bajas.

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