Carreteras sin coches

18.09.2013 14:36

Los movimientos en las vías de la Comunitat caen a la mitad en cinco años, el consumo de carburante baja un 25% y el parque móvil pierde 65.000 vehículos.

Javi circulaba con coche pero se cambió a la moto para ahorrar y «poder aparcar en el centro, que es ya casi imposible». Manuel y Luisa tienen un coche de 13 años que desearían cambiar, «pero en casa no entra suficiente dinero y tenemos que apañarnos con él aunque se estropea ya cada dos por tres». Cuando nació su segundo hijo, Arturo, decidió comprar un coche amplio, pero de segunda mano. «Me costó 2.000 euros». José María sabe conducir, pero en ciudad no coge el coche. «Ahorro y no contamino. Además, andar es más sano». La proliferación de carriles para bicicleta empujó a Jesús a usar este servicio para ir a trabajar.

Estas pequeñas historias, aderezadas por los problemas económicos, están dibujando un cambio en la manera de desplazarse de los valencianos. La Semana Europea de la Movilidad Sostenible arrancará el lunes en la Comunitat, un territorio donde en cinco años se consume un 25% menos de carburante, los desplazamientos en carretera se han reducido hasta casi a la mitad en algunas vías, hay 23.000 coches menos y 27.000 motos más. El hundimiento de la construcción y el retroceso económico ha hecho desaparecer 42.000 camiones y furgonetas de nuestras carreteras, mientras el uso de la bicicleta se expande.

El cambio del vehículo a motor por otros medios alternativos queda constatado por los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES). El año pasado, los conductores de la Comunitat emplearon 2,5 millones de toneladas de gasolina y gasoleo, 900.000 menos que en 2007, el año de mayor consumo de carburante desde que arrancó el milenio.

 

«Uso un coche diésel para ir a trabajar cada día y, sin hacer ningún viaje demasiado largo, gasto unos 1.200 euros al año en repostaje», calcula Carlos. Cifras como esta, ya no son asumibles para todos los bolsillos y son miles los valencianos que ya no pisan las gasolineras y optan por el autobús y metro.

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